viernes, 14 de octubre de 2016

El Gino. Por Walther Sierra.

Ayer compartimos con el Gino González, y compartir con Gino es llenarse de esperanza el corazón y reavivar la llama revolucionaria que llevamos dentro del pecho. Con Gino se habla de vivencias, de filosofía popular y filosofía revolucionaria, de amor al pueblo, se habla de la vida y también de la muerte, de amores y desamores, de historias, de amigos y también de caminos. Con Gino se habla de Chávez.

Las anécdotas de Gino son interminables, con la habilidad del cuentista y del fabulador, nos mete a todos en la historia, pendientes para no perder detalle.

"La cédula me la sacaron a los nueve años y ese día los demás muchachos en la escuela supieron que era verdad que yo me llamaba Gino, 'ah puejmmm si es verda' que tu te llamas Gino' dijeron ¡hasta ese día creían que Gino era un sobrenombre! Entonces como mi nombre era sobrenombre me lo combinaban con otras vergas 'Gino Pollino' 'Gino Care' cochino' y otras vainas así"

Desde el cuento de su primera foto, que se la sacaron para inscribirlo en el primer grado de escuela, a donde cuenta lo llevaron "casi que arrastrao, jalao por la nariz", pasando por la primera máquina retro-excavadora que llego a El Socorro y dejó a todos los muchachos embobaos, hasta el nombre de su vástago más pequeño Francisco Amurabí, el repertorio de cuentos de Gino, al igual que sus canciones está lleno de calor y sentimiento, lleno de amor y de pueblo.

Pocos cantautores son capaces de condensar en una canción tantos elementos como lo hace el Gino; todos quienes hemos compartido con él en diferentes escenarios y momentos coincidimos en algo: después de Alí, la canción de Gino es la que reúne todos los elementos de la canción necesaria, de la canción de batalla, con contenido, con ideas, de la canción para el combate.

El Gino recoge en sus letras, lo más profundo del sentimiento popular, de la sabiduría del hombre del campo, del veguero pero también del obrero. Ha sido capaz de darle contenido y profundidad ideológica al mensaje poniéndole musiquita, y así el mensaje se queda con uno para siempre. Tal como lo hizo Alí, Gino ha sabido que la música es un medio para enseñar, para formar, para llevar el mensaje.

Con Gino se aprende, se reflexiona y se fortalece el espíritu. Con la humildad y la sencilles de hombre de pueblo, comparte con sus panas en una bodeguita o en una esquina de barrio, pero si es en la casa de algún camarada, es mejor.

Pocas veces tiene uno la fortuna de compartir con gente tan auténtica, sencilla y humilde. Sin duda somos afortunados quienes de algún modo podemos decir "yo soy pana de Gino" por todo lo que Gino González representa para la artillería de las ideas y el pensamiento en este momento histórico.

Dejo aquí al final de estas líneas, la letra de una de las canciones más hermosas y con mayor profundidad ideológica que haya escrito el Gino González, Miserias de la esperanza, más que una canción es un manifiesto, un manifiesto cantao que revela la realidad del capital y las relaciones de dominación y explotación.

Gino, como siempre ¡fue un placer echarnos las curdas contigo checo! Pero pa' la próxima te traes tu el Cocuy. Nos estamos viendo por ahi Camarada.

Miserías de la esperanza
Gino González.

Yo todavía no he mirao
ningún billete sembrando,
ni construyendo una casa
ni ensalada de billetes,
mucho menos una vaca
ordeñada por un cheque,
una sopa de centavos,
ni puede haber un orgásmo
de colonia con perfume.

Una lágrima de oro
una máquina que sude
ni la risa del petróleo (bis)

El pueblo trabajador
esa es la materia prima
no ningún explotador
ni tampoco su dinero,
ni siquiera se una silla
en verdad nadie es el dueño,
por lo tanto mucho menos
de una nación y la tierra.

¿Entonces como se niega
la razón del socialismo?
Si el trabajo colectivo
es la verdad verdadera (bis)

Nadie puede consumir
más de lo que necesita,
nadie se puede vestir
con veinticuatro camisas,
cuarenta y ocho vestidos
ni se abriga con un hilo,
el hambre desnutrición
el exceso obesidad
para la acumulación.

¡Miserias de la esperanza!
Que esa es una enfermedad
de hambre, miedo e ignorancia. (bis)

Si por amor no logramos
que vivamos como gente,
que nos ayude la muerte
para vivir como hermanos,
si total todos nos vamos
nadie se puede quedar,
una día tendrás que cruzar
la frontera de tu cuerpo.

Más si eso no fuera cierto
tampoco te da razón,
pa' que te tragues el sol
delante de los friolentos (bis)

Sobre el poder y el "Jalaboleo" Por Walther Sierra @WALTHERSM1

Lo más sencillo, lo más práctico, lo más fácil, lo más acomodaticio, es asumir actitudes complacientes y en extremo serviles, lo que en criollo se traduce a la expresión "Jala Bolas".

El camino complicado, menos práctico, difícil, menos acomodaticio, es hacer las cosas bien, trabajando correctamente, asumiendo posición firme y manteniéndola a pesar de las consecuencias; en criollo eso también puede tener traducción, y a veces le llaman "Ser Contestón".

Alguna vez escuché a alguien decir "más vale 'jalar' bolas a la sombra, que 'jalar' escardilla al sol". La expresión no necesita mayor explicación, así como tampoco fue necesario hacer mucho esfuerzo para definir el perfil de la persona que se hizo portavoz de esa máxima jalabolística.

De Jalabolas estamos llenos, unos más que otros. Los hay de diferentes tipos y en todos los niveles, todos cumplen con características similares, casi todos lambiscones, aduladores, complacientes y hasta simpáticos, convertidos en una especie de bufones en las cortes de nueva era. Muchos lo son en extremo, llegando a atentar contra su propia dignidad, a esos los podemos clasificar en la categoría de "arrastraos" o "lame suela".

Los jalabolas pueden llegar a ser peligrosos. Se manejan a diario en el mundo de la intriga y la mentira, son sus principales armas y herramientas para garantizar su permanencia cerca del "jefe", que muchas veces también tiene sus jalabolas favoritos, este los conoce perfectamente y por eso los mantiene cerca, pues por una parte -como todo perro faldero que se respete- los jalabolas son escandalosos y/o "escamosos", por lo que uno o varios jalabolas cerca le sirven para advertir la presencia de cualquier elemento -bueno o malo- que pretenda acercarse a él, y por la otra, el jalaboliao sabe que debe vigilar de cerca a sus jalabolas, pues nunca se sabe con que van a salir.

El jalabolas es traicionero y cobarde. En su naturaleza acomodaticia, al percibir que su "amo de turno" ya no representa un elemento que pueda brindarle beneficio o protección, el jalabolas huye, se esconde, se escabulle, se hace "el toche" y va buscando poco a poco la forma de arrastrarse y echarse rápidito a los pies de un nuevo amo, de un nuevo jalaboliao que lo proteja y le sea de mayor beneficio, para lo cual no escatima en hacer lo que sea necesario.

En este punto de salida, el jalabolas se monta el camuflaje de "gente crítica", entonces despotrica, desmerita, habla paja, inventa, echa cuentos y más que cuentos chismes sobre su anterior amo, para garantizar hacerse con una nueva imagen que le permita deslindarse definitivamente de su pasado de perro faldero.

Aunque a simple vista el tema de los jalabolas parezca algo simple y banal, ese tema es cosa sería. Son cosa sería los jalabolas, pues entre adulancia, intriga, mentira, traiciones, cobardía, inventos y chisme nos tienen jodíos.

Los jalabolas son una montonera, que conforman entre si, un muro de bloqueo en torno al poder y hacen muy bien su trabajo, aislando y hasta llegando a impedir que quien tiene responsabilidades de gobierno cumpla con su trabajo. Al final, el que se jode es el pueblo y la factura se la pasan a la revolución.

Sí, de jalabolas estamos llenos, pero igual con eso hay que avanzar. Dependerá de los líderes y los dirigentes si se dejan aislar y bloquear, si se dejan joder dejando que sus jalabolas los alejen del pueblo. Esperemos que no, ojalá Chávez los ilumine y les espante los jalabolas. Amén.

Walther Sierra.
@WALTHERSM1