lunes, 2 de julio de 2018

PASIÓN POR EL TÁCHIRA...fascinación por la vida.

Por Julieta Cantos.

Esto de andar por la ciudad, reinventando la relación con ella, no deja de sorprenderme, porque definitivamente a la ciudad la hace la gente. Quizás por ello mi fascinación por esa cualidad tachirense de saber poner vida a los espacios, y de allí la necesidad de fortalecer y rescatar justamente aquellos que nos permitan a su vez potenciar y evidenciar esa cualidad tachirense que va implícita y que impregna la vida cultural de San Cristóbal.

En una situación como la actual, en la que se juntan todos los problemas que afectan el desempeño cotidiano, y la ausencia del servicio  de transporte, pareciera un castigo para silenciarnos, y destruir nuestra convivencia, surgen victoriosos esos espacios de encuentro que van como una telaraña entretejiendo una red gratificante de solidaridad y vida.

Solo en esta semana ha habido diversos encuentros culturales: La celebración del teatro, en una charla sobre este tema, en una ciudad plena de escritores, actores y grupos que desarrollan unos en silencio, y otros con algarabía y ruido; la presentación de un libro sobre La Radio en la Escuela, recopilando experiencias y compartiéndolas; la presencia del teatro nuevamente, pero esta vez entrelazado con boleros; grupos de músicos, cantantes y compositores, desarrollando su oralidad musical ofrendándola al viento; grupos de mujeres que se reunen en torno al tema de lo femenino, para autodescubrirse; otros que se unen en torno a la discusión de ideas para desarrollar su sentido de pertenencia. Todo esto es posible, porque existen los espacios, y las personas que los conservan y aquellas que los visitan y los aúpan, y brindan por la vida cultural de su ciudad que se niega a verse ensombrecida por la mala gestión de sus gerentes.

Una ciudad sumergida en basura, llena de huecos, sin transporte, pero con vida, pero no solamente vida emergente, vida cultural contínua, valor intrínseco de nuestra sociedad tachirense. Eso somos, eso rescatamos, eso proyectamos, eso defendemos.

Una ciudad en donde bajando por la esquina sureste de la plaza Los Mangos, nos sorprendemos al presenciar  un pequeño espacio rescatado con amor y delicadeza, intimo a pesar de ser abierto y público, irradiando luz y alegría en medio de un aparente desorden y caos. Un pequeño jardin florecido. Rosas de diferentes colores que atrapan al transeunte ya sea a pie o en carro. Y fue entonces cuando volví a sentir fascinación por nuestra capacidad de generar vida. Encontrarnos en tono a lo que nos une para rescatar esta nuestra ciudad. Ejercer nuestro derecho a intervenir individual y colectivamente para mejorar nuestro entorno, nuestro derecho a darle significancia a esos espacios que constituyen nuestra comunidad, nuestro diario deambular y que pueden significar aportes pero sobre todo una inmensa alegría al reconocernos en nuestra tachiraneidad, capaces de construir espacios que generan vida.

Recuerden que la ciudad es una encrucijada, con muchos cruces que no son destinos sino puntos de encuentro.

Eso somos, eso rescatamos, eso proyectamos, eso defendemos.

Sus vivencias, con la ciudad, haganlas llegar a
julietasinlimite28@gmail.com